Walter Saavedra habla del relato de sus sueños, de los intelectuales que no se llevaron bien con la pelota y los relatos que el fútbol les brinda a la pluma de los escritores. El relator de Radio Mitre explica la belleza del la literatura futbolera. Un género literario rodeado de críticas y buenos cuentos.
Cada tarde de domingo la frecuencia 790 de Radio Mitre emite el fútbol contado por Saavedra. Desde una cabina el relator cuenta los cientos de golpes que veintidós hombres le dan a la pelota. Las metáforas acompañan el relato rápido y cautivador del hombre canoso, que durante la semana cierra la puerta de su departamento para no volver a escuchar nada más de fútbol. Hasta el domingo siguiente donde Walter Saavedra deberá contarle al público, cuál es la belleza del fútbol que se refleja en las canchas argentinas.
¿Por qué la literatura y el fútbol juntos nunca fueron bien vistos por los intelectuales y académicos?
Muchos intelectuales estaban interesados en el fútbol pero no se animaban a confesarlo públicamente porque es un deporte de masas y popular. Hace unos años atrás no estaba bien visto. No se podía entender como una persona con una inteligencia superior para generar algún tipo de textos importantes, paralelamente, fuera un fanático del fútbol. Muchos intelectuales a los que les gustaba el fútbol mantenían en secreto ese gusto. Ha existido algún intelectual que ha ido camuflado a la cancha para que la gente no lo reconociera.
¿La popularidad de este deporte influyó en el rechazo que muchos intelectuales ejercían sobre la literatura futbolera?
Para mucha gente el fútbol era una cosa de clase bajas, de personas poco instruidas. Era un pensamiento que existía 40 años atrás. Siempre hubo gente de poder adquisitivo importante en las canchas pero no se atrevían a discutir este tema. La intelectualidad y el fútbol estaban divorciados. No se veía bien que se los relacione y el intelectual tampoco hacia esfuerzo para cambiar eso. Afortunadamente con el correr de los años se fue cambiando esa postura.
¿Por qué se conjugan el fútbol y la literatura?
En un país como este sería inexplicable que no haya literatura de fútbol. De hecho hay poca en relación a lo que significa el fútbol en la Argentina. Falta gente que cuente la historia, que novele el fútbol. Es un deporte maravilloso, genera muchas historias, tantas historias, como cualquier escritor puede encontrar en la vida cotidiana para elaborar una buena novela. Uno en la vida se encuentra con el miserable, el talentoso, el solidario, el alcahuete. Esos mismos también se los encuentra en la cancha. La cancha es un reflejo de la sociedad.
¿A partir de cuando este género empieza a popularizarse?
En los últimos diez años se ha escrito mucho de fútbol. No hay que confundirse porque también se ha escrito mucho y mal. Al menos se ha escrito.
¿Quiénes son los mejores exponentes de este tipo de literatura?
En los últimos veinte años Osvaldo Soriano y Roberto Fontanarrosa han sido dos tipos que públicamente ha asumido su fanatismo por el fútbol. En este caso los dos lo han jugado. Han sido dos de los valores fuertes que ha tenido la literatura para que el fútbol empezara a verse de otra manera y la gente, en ciertos sectores de la sociedad, dejara de rechazarlos. A punto tal que hoy existe una literatura deportiva y es un ingreso económico importante para muchas de las editoriales.
¿La literatura futbolera es más comercial que intelectual?
Yo apelo a la inteligencia del lector para que sepa distinguir que es lo que aparece de casualidad y tiene un tinte absolutamente comercial y que es lo que va a permanecer en el tiempo. Por eso hago hincapié en Fontanarrosa y Soriano. Porque son autores de textos de esos que quedan en el tiempo y que no tienen nada que ver con la moda.
¿Qué tiene el fútbol que inspira a varios escritores a realizar textos sobre él?
El fútbol tiene mucho de parecido con la vida. Cuando uno escribe, escribe cosas que suceden en la vida más allá de que en muchos casos sea ficción. Pero de alguna manera son reflejo de cosas que a uno le han pasado. Naturalmente tiene una cantera de historias. Vos vas a la cancha y te sentas en una tribuna y observas las reacciones que la gente tiene, los gestos, los insultos a un jugador que hace unos minutos hizo un gol. Las cosas que pasan en un partido de fútbol, una gambeta, una jugada, no dejan de ser una gestión artística. Tiene que ver con las cosas cotidianas de la vida.
¿El fútbol deja enseñanzas que sirven para la vida cotidiana?
Yo creo que si. A ver jugado al fútbol, no necesariamente profesional, a ver pisado una canchita y compartir el juego con los amigos en el potrero, es una enseñanza de vida.
¿Se puede leer literatura futbolística en los diarios nacionales de hoy?
No, muy poquito. Algún texto en Clarín de Ariel Scher. Los diarios se dedican exclusivamente a la información. De vez en cuando Página 12 publica alguna nota en la contratapa del suplemento deportivo. Lamentablemente en los medios escritos hay muy poca literatura.
¿Y en los audiovisuales?
No tampoco. La televisión consume una enorme cantidad de horas con el fútbol y sin embargo no hay ni un solo espacio donde haya una referencia a un texto. El único programa fue Todo con afecto de Alejandro Apo. Lo que me preocupa es la poca atención de la televisión. Porque hay tanto fútbol y no hay un espacio que reúna todos los textos maravillosos que hay alrededor de este deporte y que merecen ser conocidos.
¿Como fue tu experiencia cuando participaste en el programa de televisión “Tres en el fondo”?
Eso fue en canal 7. Yo me llevó muy mal con la televisión pero cuando me propusieron hacer algo que me agradara, dije que quería leer y me lo aceptaron. Era cerrar algún bloque con un texto breve que tuviera que ver con el fútbol. Me gusto mucho hacerlo. Tuvo una gran repercusión en el interior del país donde se ve más este canal. Hoy en día la gente me lo recuerda y me dice que bueno sería que aparezca algo así pero lamentablemente no sucede.
¿Cuáles son los mejores textos de la literatura y el fútbol?
Yo podría releer hoy “El Área 18”, una novela de Fontanarrosa que tiene al fútbol como protagonista pero es una novela de espionaje disparatada y fabulosa. De Osvaldo Soriano me gusta un texto magnifico que es “El Penal más largo del mundo”. Y después en base a una investigación encontré un texto argentino que para mí es el primer texto que existe en la literatura dedicado al fútbol. Es un texto de un poeta santiagueño publicado en el año 1924. El tipo se llamó Bernardo Canal Seijó. Fue un personaje muy importante de la cultura en los años cuarenta y cincuenta y escribió este texto que habla sobre el momento de ejecutar un corner. A esas líneas las guardo porque fueron el texto fundacional de todo lo que empezó a venir en materia de literatura.
¿Tenes algún proyecto relacionado a la literatura y el fútbol?
Siempre estoy armando algo. Tengo un espectáculo de textos y canciones de fútbol. Estoy esperando para ver si para fin de año puedo recuperar un espacio que tenía los sábados en Radio Mitre, donde hablaba de la literatura y el fútbol.
¿Qué te parecieron las campañas que hicieron el Ministerio de Educación y la Secretaria de Deportes, en las canchas de fútbol, para fomentar la lectura?
Me hubiese parecido maravilloso si la campaña hubiese sido sostenida. Fue una campaña que nació y murió muy rápido. Como idea es magnifica. Recuerdo haber encontrado a la salida de la cancha muy poco de esos libritos tirados en el piso. Quién más quién menos se lo llevó. No sé si después lo leyó pero de no ser así, lo regalo y lo leyó otra persona y así se va multiplicando la lectura. A mí me pareció magnífico hacer que la gente lea en un país donde desgraciadamente las personas leen muy poco pero el proyecto no fue sostenido el tiempo suficiente.
¿Cuál es la belleza del fútbol? ¿Y de la literatura?
La belleza del fútbol es una gambeta. Aquel gol de Maradona a los ingleses es el poema más grande jamás escrito. Esa jugada de Maradona es un poema en movimiento realmente maravilloso. Eso para mí es el fútbol y el arte.
El poder de la palabra es la belleza de la literatura. El hecho de trabajar con la palabra que es un acto muy complejo pero placentero. Cuando uno encuentra la palabra justa para escribir lo que esta pensando, es cuando se siente casi realizado, feliz.
¿Le harías una crítica al fútbol del 2008?
Me duele profundamente que en el fútbol del ascenso no puedan ir los visitantes y que en el fútbol de primera solo vayan a la cancha un puñado de hinchas. El fútbol es un espectáculo para compartir. Es muy doloroso ver a 40.000 personas en una cancha todas adictas al mismo equipo, imposibilitadas de gritar que hinchada hay una sola porque en verdad hay una sola ya que se les niega la posibilidad a los otros. Lamento profundamente que cuando se consulta sobre si existe alguna posibilidad de que regrese la gente en los partidos de visitantes, te digan que bajo notablemente la violencia en el fútbol partir de estas reformas. Si esto es cierto, si es efectivamente así, lamentablemente vamos a seguir en esta situación. Una de las cosas que le tengo que achacar al fútbol es la violencia y las barras, que se han organizando de tal manera que han transformado al fútbol en sus profesiones.
¿La modernización de las canchas y el fútbol esta terminando con el folclore del fútbol?
Creo que no. El fútbol como juego es tan perfecto que ni siquiera resistiría una reforma en su reglamento. Fueron muy poquitas las veces que cambio el reglamento. Si los estadios de modernizan y hacen a la tranquilidad de la gente, a la seguridad, fenómeno. Pero hay que tener cuidado con las reformas que se hacen en el fútbol. Por ejemplo cuando se especula que hay que poner cámaras en los arcos para saber si la pelota entro o no entro o ahora con el tema del aerosol para que no se adelante la barrera. Me parece que el fútbol es un deporte perfecto que comete sus pecados pero que esta bueno así como esta.
¿Hay una superpoblación de programas de fútbol en la televisión?
Eso cambio abruptamente. Hasta hace unos años al árbitro se lo resistía como es ahora y se lo insultaba pero era casi palabra santa porque no había posibilidades de comprobar después alguna jugada dudosa. Hoy la televisión el mismo día del partido o al otro día te va marcando con diferentes cámaras las distintas situaciones donde se dice que se equivoco. Pobre tipo se dice que el jugador esta adelantado 20 centímetros y el árbitro, en el momento de la jugada tranquilamente se puede equivocar. Están muy bajos la lupa los arbitrajes. Yo estoy de acuerdo que están dirigiendo mal. Estamos pasando una racha nefasta en materia de arbitraje pero se lo esta juzgando en una forma milimétrica cosa que no sucede en otras cosas de nuestra sociedad.
¿Vas a la cancha como espectador?
No, honestamente voy solo a trabajar. Si tuviera que elegir entre ir o no a la cancha un domingo, es probable que elija no ir. Porque son muchos años de fútbol y es muy poco lo que me ofrecen, los jugadores, hoy por hoy. Lo he tomado desde hace tiempo como un trabajo, voy hago el trabajo, vuelvo a mi casa y ya no hablo de fútbol por el resto de la semana ni me interesa mirar hasta el próximo partido.
¿Qué jugadores están en el relato de tus sueños?
Yo tengo un sueño recurrente. Estoy relatando el mundial de Mexico, el gol de Maradona a los ingleses, cosa que en la realidad no pasó porque yo no estaba relatando en esa época. El sueño que tengo es que estoy en el estadio azteca, relatando el gol de Maradona y cuando termino de gritar el gol, después de semejante jugada, me muero. Mientras me estoy muriendo y estoy agonizando, lejos de ponerme triste, digo que estaba bien que me muera porque es así como debe morir un relator. Después de ese gol, ¿que otra cosa un relator puede aspirar a ver en el fútbol? Los que estuvieron en la cancha seguramente nunca más vieron una jugada parecida a ella. Yo tengo ese sueño que me acompaña desde hace 22 años. Después siempre uno sueña que en la cancha estén los más talentosos. Siempre me gustaría relatar partidos que estén Riquelme, Messi Agüero, ese tipo de jugadores que te sorprenden de vez cuando con una jugada impensada. Me encantaría estar en la cancha mirando y relatarlo como espectador. Sin la obligación de trabajar, sentir el placer del hincha que hace tiempo que no siento, posando mis ojos sobre esos jugadores que son los que te pueden sorprender. Los demás jugadores de fútbol, aún siendo buenos, no me sorprenden hoy. No inventan nada, no generan nada que me deje sin palabras.
Esos jugadores que elegiste, hoy casualmente están en el centro de las críticas
El fútbol tiene un poco de culpa en cuanto a la manera en que se toma una derrota o al significado de una victoria. La culpa la tienen los entrenadores que viven con un gran temor, esa fragilidad con la que trabajan, porque dos o tres partidos que no ganan y los tipos se quedan sin trabajo. Entonces arman tácticas y estrategias que no contribuyen con el espectáculo y muchas veces los jugadores obedecen. Los jugadores también tienen culpa y cuando obedecen estamos liquidados pero por ahí algún jugador se revira y nos salva pero generalmente no es así. Estamos atrapados en las urgencias y necesidades de los entrenadores.
